1973

Andrés Rodríguez Gómez nació en Bogotá, Colombia, el 4 de diciembre de 1973. Desde su infancia mostró aptitudes para el dibujo y los trabajos manuales en general. En el colegio siempre fue sobresaliente en el área de educación estética. En sus ratos libres se dedicaba a dibujar lo que imaginaba, lo que se le pasara en mente; todo esto lo iba plasmando en cuadernos, hojas sueltas… algunos de estos testimonios aún lo acompañan, otros se han ido perdiendo con el tiempo. Además, siempre se ha distinguido por ser una persona muy observadora de su entorno, que se fija en detalles que para muchas personas pasan desapercibidos, detalles con los que juega para sacarle provecho a su imaginación. Esto es lo que ha hecho desarrollar su sensibilidad. Siendo aún un infante, participó en concursos de dibujo organizados por la empresa donde laboraba su padre. En las tres versiones que se realizaron, ocupó el primer puesto y sus trabajos fueron impresos como portada de las tarjetas de navidad de la empresa. Pasan los años y llega la época del paso del colegio a la universidad; su vocación artística se ve fortalecida, más sin embargo no siguió el camino que venía trazando. Se dejó llevar por influencias que en su momento vieron con escepticismo su proceder para darse cuenta, con el paso del tiempo, que había tomado una decisión equivocada. Finalmente, después de ires y venires por otras carreras, decidió estudiar diseño gráfico como profesión alternativa a su vocación artística. Tarde o temprano, la razón de su vida, el ser artista, comienza a resurgir de nuevo.

1999

Es exactamente a mediados de 1999 cuando comienza a redefinir su rumbo. Todo se empieza a dar con un taller de ilustración dictado en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, donde estaba cursando sus estudios de diseño gráfico. La ilustración es el área del diseño gráfico que tiene más relación con las artes plásticas; de ahí su interés por formarse como ilustrador.

Entonces viene su primera exposición; exposición colectiva realizada en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en la que participa con otros cuatro compañeros del taller de ilustración y con quienes conforma el grupo Bootella Papeee, el cual daría origen posteriormente a una revista del mismo nombre. Esta revista se lanzó en octubre de 1999 y su propósito fue ser una publicación con total libertad de expresión y por fuera de lo común donde se abarcaron temas que de una u otra manera involucraran a la gente. 

2000

Así termina 1999 y llega el año 2000. A mediados de ese año participa en tres exposiciones colectivas: una en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, otra en la agencia de publicidad Leo Burnett y otra en la galería Sala de Espera; de estas tres exposiciones considera a la realizada en la galería Sala de Espera como la que más incidió en su desarrollo, puesto que era un espacio exclusivamente dedicado a la difusión del arte emergente. Su interés y su deseo por involucrarse en las artes plásticas siguió creciendo, y en septiembre de este año, motivado por un compañero de universidad, empieza a tomar clases de dibujo y pintura en la academia Taller Arte, dirigida por el maestro Augusto Ardila. Es aquí donde comienza a definirse como artista. Entonces su obra comienza a dar un viraje; ya no va a ser la típica ilustración con fines de publicación en un medio impreso para satisfacer a un público en general, sino que hay algo más de fondo, algo que de una u otra manera deja ver su necesidad de expresarse. El año 2000 sigue transcurriendo y en diciembre participa en una exposición colectiva en la galería Sala de Espera; esta vez son expuestos cinco de sus trabajos. Esta es la primera exposición en la que participa independiente del grupo Bootella Papeee.

2001

Ahora viene 2001, un año que representó mucho para su vida, tanto artística como personal; el año comienza con una reunión del grupo Bootella Papeee en la que se decide acabar con la revista mientras se replantean sus perspectivas hacia el futuro. Y llega febrero; Andrés sigue tomando las clases en la academia Taller Arte; su obra aún se encuentra en una fase experimental, de transición si así se puede decir, entre ilustración y obra artística. Este mes es clave en su porvenir artístico, pues hace contacto con la galería Próximo Picasso, también dedicada a difundir arte emergente, pero con una característica particular, pues las obras son exhibidas por internet.

Simultáneamente, su familia ha adquirido una casa campestre en cercanías de Tabio, una población cercana a Bogotá. Sin esperarlo, el magnífico paisaje que rodea la casa se le ha presentado a Andrés como la fuente de inspiración inicial para consolidar su obra. Siente que su obra se empieza a enmarcar dentro de un contexto puramente artístico y se empieza a alejar del contexto de la ilustración. Hasta el momento solamente había utilizado vinilos y acrílicos como material para concebir sus obras, ya fueran sobre cartón, madera o lienzo.

Ahora comienza a utilizar, además de los materiales mencionados, el pastel seco, la tiza, la sanguina, la tinta china y el ecolín; encuentra en estos últimos materiales una fuente inagotable de expresión, ya que le permiten captar y traducir con gran fidelidad los detalles que va viendo al contemplar el paisaje. Igualmente, otra característica de su obra es el manejo del pequeño formato, el cual le ha conferido unidad a través de todo este tiempo. Es aquí, de acuerdo con lo que ha visto en la academia, que en su obra empieza a influir el impresionismo, una corriente artística de finales del siglo XIX, en cabeza de Claude Monet; a decir verdad, la obra de Monet se asocia mucho con las visiones del paisaje que ha comenzado a reproducir. También ha recibido influencia de Paul Klee, pintor de principios del siglo XX; las formas que concibe en algunas de sus obras, además del tratamiento que le da al color, se asocian con la obra de Klee.

A principios del mes de mayo, dentro del plan de estudio en la academia, expone algunas de sus obras ante el reconocido crítico de arte Germán Rubiano, quien se lleva una buena impresión. A finales de este mes, se gradúa como Diseñador Gráfico; sin embargo, su vocación artística es más fuerte y se decide por continuar este rumbo. Al final de ese año participa en dos exposiciones colectivas, una en la galería Sala de Espera, y otra organizada por la galería virtual Próximo Picasso en la galería La Pared.

2002

Empieza el año 2002, y continúa estudiando en la academia Taller Arte y pintando en la casa campestre en Tabio. En el mes de abril organiza su primera exposición individual en Icaro, un restaurante bar del norte de Bogotá. Transcurre el año, y continúa pintando en la casa campestre en Tabio durante los fines de semana.

De la misma manera, transcurre el año 2003.

2004

A principios de 2004, la familia de Andrés toma la decisión de vender la casa campestre en Tabio, lo cual marca el fin de la etapa del estudio del paisaje en la obra de Andrés. Sin embargo, la casa es adquirida por otros familiares, lo cual le permite continuar pintando allí de manera ocasional.

2007

En agosto de 2007, se inscribe en la Academia de Artes Guerrero para estudiar pintura al óleo, ya que se da cuenta que la pintura es lo que más le llama la atención dentro de las artes plásticas. Comienza a recibir influencia de la obra de Paul Klee, Giorgio De Chirico, y René Magritte.

2008

A mediados de 2008, participa en una exposición colectiva organizada por esta institución.

2009

Entre febrero de 2009 y agosto de 2010, continúa sus estudios de pintura en Taller Vértice, bajo la tutoría del maestro Alberto Granja, en donde continúa estudiando diversas técnicas pictóricas como parte del proceso que lo irá conduciendo a consolidar un estilo personal en su pintura.

2010

Entre abril y mayo de 2010, participa en una exposición colectiva organizada por esta institución.

2020

Para el año 2020, continúa pintando en cercanías de Cajicá, una población cercana a Bogotá. El magnífico paisaje que rodea este lugar se le ha presentado a Andrés como la fuente de inspiración para continuar su obra.